La agencia espacial hace pública una lista de los artefactos y lugares «históricos» en nuestro satélite natural que deben ser preservados del efecto dañino de futuras visitas
Hace tan solo unas horas, el primer hombre que pisó la Luna, Neil Armstrong, decía a una televisión australiana que un día alguien regresará allí arriba y «recogerá» la cámara que dejó olvidada. Quizás no sea así. La NASA ha hecho público un documento oficial en el que especifica los «artefactos históricos» abandonados en la Luna que deben ser preservados. La lista, que incluye los lugares de alunizaje de las misiones Apolo y el cráter de impacto de la sonda LCROSS, donde se encontró agua, incluso señala la distancia a la que deben mantenerse los astronautas o turistas espaciales que viajen en el futuro hasta nuestro satélite natural. Por ejemplo, recomienda no acercarse a más de 75 metros de la zona del módulo de descenso del Apolo 11.
La agencia espacial norteamericana ha elaborado esta lista ante el constante aumento de las actividades espaciales de entidades privadas y naciones en todo el mundo, con proyectos para regresar a la Luna en misiones científicas o con fines comerciales. Reconoce que algunas de ellas están cerca de aterrizar en la superficie lunar. Las recomendaciones son solamente eso, recomendaciones, y no suponen ninguna obligación legal, pero pueden ayudar a los próximos exploradores de la Luna a planificar sus vuelos y controlar sus alunizajes con el fin de conservar las piezas originales de otros artefactos que, además de tener un valor histórico, pueden ayudar en futuras investigaciones científicas.
Estos artefactos y zonas incluyen:
-Los lugares de aterrizaje de las misiones Apolo y su hardware móvil.
-Lugares de aterrizaje de robots lunares (por ejemplo, del Surveyor).
-Lugares de impacto (Ranger, S-IVB, LCROSS...).
-Experimentos dejados en la superficie lunar (herramientas, equipos, hardware...).
-Indicadores específicos de la presencia de ciudadanos o máquinas de EE.UU., incluidas huellas humanas o de rovers...
-Lugares de aterrizaje de robots lunares (por ejemplo, del Surveyor).
-Lugares de impacto (Ranger, S-IVB, LCROSS...).
-Experimentos dejados en la superficie lunar (herramientas, equipos, hardware...).
-Indicadores específicos de la presencia de ciudadanos o máquinas de EE.UU., incluidas huellas humanas o de rovers...
La NASA ha abierto un diálogo con las agencias espaciales comerciales e internacionales para compartir el documento y abrir un debate para mejorar sus recomendaciones.
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