Las enormes bolsas subterráneas pueden ser la esperanza del continente: medio millón de kilómetros cúbicos que podrían aliviar la sed de más de 300 millones de africanos
Un mapa geológico elaborado por científicos británicos muestra que África puede descansar sobre una descomunal reserva de agua subterránea, cuyos mayores acuíferos se situarían en el norte. El volumen total de agua bajo el suelo ascendería a medio millón de kilómetros cúbicos, una cantidad que equivale a veinte veces el agua procedente de las precipitaciones anuales en todo África, y que podría aliviar la sed de más de 300 millones de africanos. Las reservas tienen 5.000 años de antigüedad, época en la que el Sahara era un vergel. Algunos pozos se encuentran solo a 25 metros de profundidad y sería posible explotarlos.
Alrededor de la mitad de estas reservas -que datan de hace unos 5.000 años- se encontrarían en Libia, Argelia y Chad, coincidiendo con una parte del desierto del Sahara, ha explicado Alan MacDonald, el geólogo que lideró la investigación. "Estas grandes bolsas de agua podrían aliviar la situación de más de 300 millones de africanos que no disponen de agua potable, así como mejorar la productividad de los cultivos", ha afirmado el experto de la institución científica British Geological Survey.
Cien veces más que en la superficie
El estudio, en el que también participan expertos del University College de Londres, indica que el volumen de agua de los acuíferos es cien veces superior a la cantidad que existe en la superficie. Se trata de la primera investigación que abarca todas las reservas de agua subterráneas de África e incluye una serie de mapas, que publica hoy la revista científica "Environmental Research Letters".
Para su elaboración, los expertos recolectaron los planos hidrológicos elaborados por distintos países africanos así como los resultados de 283 estudios regionales previos. En el norte de África las bolsas de agua almacenada tienen un grosor de 75 metros y se encuentran protegidas por rocas de gran dureza como el granito, lo que ha supuesto una sorpresa para los investigadores. Sin embargo, estos acuíferos no se rellenan con el agua procedente de las precipitaciones recientes y filtrada a través de la tierra, sino que sus reservas datan de hace aproximadamente 5.000 años.
En esa época, el Sahara era un vergel, con numerosos lagos y vegetación de sabana, pero se convirtió en el mayor desierto cálido del planeta hace 2.700 años después de una lenta desertización. Además, los geólogos hallaron grandes reservas en la costa de Mauritania, Senegal, Gambia y parte de Guinea-Bissau, así como en Congo y en la región limítrofe entre Zambia, Angola, Namibia y Botsuana.
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