miércoles, 29 de febrero de 2012

Un nuevo método para encontrar vida en otros planetas

La técnica, en la que han participado científicos de Canarias, permite descubrir si la vida vegetal más simple se encuentra en otro lugar del Universo

A partir de la observación de la Luna, astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) han encontrado evidencias de vida en el Universo... concretamente en la Tierra. Encontrar vida en nuestro planeta puede parecer una observación trivial, pero el nuevo enfoque de este equipo internacional de científicos, entre los que participan astrónomos canarios, puede llevar a futuros descubrimientos de vida en otros lugares del Universo. El trabajo se describe en un artículo que aparece publicado en la revista Nature.
«Utilizamos un truco llamado observación earthshine (en inglés, brillo de la Tierra) para mirar la Tierra como si fuera un exoplaneta», explica Michael Sterzik, autor principal de la investigación. «El Sol brilla sobre la Tierra y esa luz se refleja de nuevo sobre la superficie de la Luna. La superficie lunar actúa como un enorme espejo».
Los astrónomos analizan la débil luz reflejada por la Tierra buscando indicadores, como ciertas combinaciones de gases en la atmósfera de la Tierra, los delatores de la presencia de vida orgánica. Este método hace de la Tierra un punto de referencia para la futura búsqueda de vida en planetas más allá del Sistema Solar.
Las huellas de vida, o biomarcadores, son difíciles de encontrar con métodos convencionales, pero el equipo ha sido pionero al aplicar un nuevo enfoque más sensible. En lugar de limitarse a observar cuán brillante es la luz reflejada en diferentes colores, también observan la polarización de la luz, una técnica denominada espectropolarimetría. Aplicando esta técnica al brillo de la Tierra observado con el VLT, pueden verse con claridad los biomarcadores en la luz reflejada desde la Tierra.
Stefano Bagnulo (Observatorio de Armagh, Irlanda del Norte, Reino Unido), coautor de este estudio, explica las ventajas: «La luz de un exoplaneta distante es difícil de ver debido al brillo de la estrella anfitriona, con lo cual es muy difícil analizarla; casi tan complicado como intentar estudiar un grano de polvo junto una potente bombilla. Pero la luz reflejada por un planeta se polariza, mientras que la de la estrella no. Por tanto, las técnicas polarimétricas nos ayudan a capturar la débil luz reflejada de un exoplaneta proveniente de su deslumbrante estrella».
El equipo estudió tanto el color como el grado de polarización de la luz de la Tierra tras ser reflejada por la Luna, como si la luz viniera de un exoplaneta. Consiguieron deducir que la atmósfera de la Tierra es parcialmente nubosa, que parte de su superficie está cubierta de océanos, y que —y esto resulta crucial— hay vegetación. Pudieron incluso detectar cambios en la cobertura de nubes y en la cantidad de vegetación en diferentes momentos, dado que la luz reflejada por la Luna provenía de diferentes partes de la Tierra.
«Encontrar vida fuera del Sistema Solar depende de dos cosas: en primer lugar, de que esa vida exista y, en segundo, de que contemos con la suficiente capacidad técnica para detectarla», añade Enric Palle, del Instituto de Astrofísica de Canarias. «Este trabajo es un paso adelante en el camino para alcanzar esas capacidades».
«La Espectropolarimetría puede, en última instancia, decirnos si la vida vegetal más simple —basada en procesos de fotosíntesis— ha emergido en algún otro lugar del Universo», concluye Sterzik. «Pero, por supuesto, no estamos buscando pequeños seres verdes ni evidencias de vida inteligente».
La próxima generación de telescopios, como el E-ELT (European Extremely Large Telescope), podría ser capaz de darnos la extraordinaria noticia de que la Tierra no está sola como portadora de vida en el Universo.

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