Estas moléculas de carbono, que pueden ser esenciales en el origen de la vida, aparecen apiladas como naranjas en un cesto
Astrónomos de la NASA han descubierto por primera vez «buckybolas» en forma sólida en el espacio. Anteriormente, estas esferas microscópicas de carbono con forma de balón de fútbol, que se consideran pueden ser muy importantes en el nacimiento de la vida, sólo habían sido detectadas en estado gaseoso. En esta ocasión, estas moléculas, también conocidas como fullerenos, se agrupan de la misma forma que naranjas en una cesta.
Las «buckybolas» espaciales son algo relativamente nuevo para los científicos. Fueron descubiertas por primera vez en el espacio por el telescopio Spitzer en julio de 2010, en una nebulosa planetaria. El asombro fue enorme para los investigadores, que creían haber encontrado algo anecdótico. Sin embargo, la misma sonda detectó poco después nuevas esferas alrededor de tres estrellas moribundas en la Vía Láctea y cerca de una cuarta en una galaxia cercana, donde hay tantas que su masa equivale a quince lunas como la nuestra. Todas se encontraban en estado gaseoso. Ahora, han descubierto que también pueden ser sólidas.
Las «buckybolas» son moléculas de 60 átomos de carbono unidos. Toman su nombra del parecido con las cúpulas geodésicas del arquitecto Buckminster Fuller, como las que se encuentran en la entrada del parque temático Epcot de Disney, en Orlando, Florida (EE.UU.). Fueron descubiertas por primera vez hace 25 años en laboratorio, y son muy comunes en las capas de rocas y meteoritos y en el hollín de las velas. También se han encontrado en un tipo de minera que se encuentra en Rusia, y en la fulgurita, una roca de Colorado que se forma cuando un rayo cae sobre el suelo. También parecen ser comunes en el Universo. Su inusual estructura las hace candidatos ideales para aplicaciones eléctricas y químicas en la Tierra, incluyendo los materiales superconductores, medicinas, agua potable y blindajes
En el último descubrimiento del Spitzer, los científicos detectaron alrededor de un par de estrellas llamadas XX Ophiuchi, a 6.500 años luz de la Tierra, pequeños pedacitos de materia, o partículas, que consisten en «buckybolas» apiladas. «Estas buckybolas se apilan entre sí para formar un sólido, como naranjas en una caja», explica Nye Evans, de la Universidad de Keele, en Inglaterra, y principal autor de la investigación, que aparece en la publicación Monthly Notices de la Real Sociedad Astronómica.
Millones de buckybolas
«Las partículas que hemos detectado son minúsculas, mucho más pequeñas que la anchura de un cabello, pero cada una de ellas contiene pilas de millones de buckybolas», apunta el investigador. En todos los casos anteriores, las moléculas estaban en forma de gas, pero el reciente descubrimiento implica que grandes cantidades de estas moléculas deben estar presentes en algunos ambientes estelares para unir y formar partículas sólidas. El equipo de investigación fue capaz de identificar la forma sólida de las esferas porque emiten luz en una forma única que difiere de la gaseosa.
«Este emocionante resultado sugiere que las buckybolas están aún más generalizadas de lo que se creía», dice Mike Werner, científico del proyecto Spitzer en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California. «Pueden ser una forma importante del carbono, un elemento esencial para la vida, a través del cosmos», dice.
Como señala Bill Danchi, del programa científico de la NASA en Washington, «el Spitzer ha puesto de manifiesto una bella estructura a escala cósmica que arroja luz sobre la arquitectura interna de la existencia».
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