jueves, 29 de diciembre de 2011

El cometa Lovejoy hace lo imposible y sobrevive tras pasar cerca del Sol

Una flota de naves espaciales ha captado cómo la roca helada ha conseguido atravesar intacta la corona solar a varios millones de grados después de que los científicos anunciaran su destrucción

«Es absolutamente asombroso». El científico Karl Battams, del Laboratorio de Investigación Naval en Washington DC (EE UU), no daba crédito a lo que acababa de suceder. Lovejoy, un cometa detectado hace muy poco, el 2 de diciembre, estaba destinado a desintegrarse tras pasar durante cerca de una hora por la corona solar a varios millones de grados. Sin embargo, el núcleo helado del cometa ha resultado ser lo suficientemente grande -casi del doble de ancho que un campo de fútbol- como para soportar las terribles temperaturas y sobrevivir a su acercamiento al Sol.
Las imágenes más espectaculares del acercamiento provienen de momento del observatorio espacial SDO (Solar Dynamics Observatory) de la NASA, que consiguió grabar el pasado 16 de diciembre la secuencia de la aproximación del cometa al Sol y su posterior alejamiento de la estrella (el vídeo puede verse sobre estas líneas).
El encuentro del cometa también fue captado por al menos otras cuatro naves espaciales: las dos sondas gemelas de STEREO (Solar Terrestrial Relations Observatory) de la NASA, el microsatélite europeo Proba2 y SOHO (Solar and Heliospheric Observatory) de la NASA y la Agencia Espacial Europea. Para SOHO, es el cometa más brillante que ha captado jamás.
El cometa Lovejoy fue descubierto el pasado 2 de diciembre por el astrónomo australiano Terry Lovejoy, de ahí su nombre. Desde entonces el objeto ha seguido una trayectoria de casi colisión hacia el Sol.

En la cara oculta del Sol

Los científicos esperaban que se encontrara con su destino el 15 de diciembre. Su órbita lo acercó a sólo 120.000 kilómetros por encima de la superficie solar. A esa distancia, los astrónomos consideraron que el cometa, una masa de hielo y roca muy poco sólida, no iba a sobrevivir al calor de la estrella. Lovejoy podría desintegrarse en cualquier momento. El máximo acercamiento se produjo en la cara oculta del Sol, pero para sorpresa de todos, el cometa volvió a reaparecer pasado un tiempo.
En cualquier caso, «todavía hay una posibilidad de que Lovejoy comience a fragmentarse, porque ha sido un evento tremendamente traumático y estructuralmente podría estar muy débil», dice Battams. Sin embargo, cabe otra posibilidad: podría mantenerse unido y desaparecer en las profundidades del Sistema Solar.
El cometa Lovejoy pertenece al grupo Kreutz, integrado según se cree por cometas que en realidad son fragmentos de otro más grande fracturado hace siglos. Algunos de los cometas más brillantes de la historia formaban parte de este grupo, como el espectacular Ikeya–Seki, que en 1965 llegó a ser visible incluso durante el día.

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